El Sachayo
Es el dueño del monte de Santiago del Estero, llamado también Sachayoj. Aparece, por lo general, como un hombre bajo con barba y sombrero aludo.
En su cinto lleva colgados quirquinchos y tiene la misión de proteger la selva, evitando que se cacen animales y que se corten árboles en forma indiscriminada. Por lo general imita golpes de hacha para que los hacheros, siguiendo el sonido, se pierdan en la espesura
Es un ser benebolente y es de ayudar a aquellos que cuidan de los animales, en recompensa a sus buenas obras les obsequia elementos de la naturaleza como cueros, miel, huevos, leche y ayuda a los animales en el parto como las yeguas y vacas del paisano con estas características.
También es de ayudar a los viajeros que no dañan el campo ni los animales, los conduce por buen camino y aquel que lo llama y lo respeta, el Sachayo oredena a las bestias salvajes incluso al puma a que no lo dañe.
Castiga al jinete que es cruel con su caballo y al dueño del perro que lo deja sin comida. Como castigo maldice su cocecha y las plagas se hacen con ella.
Quien mata un animal salvaje pidiéndole permiso y explicandolé que es por hambre u otra necesidad, el Sachayo ayuda al cazador y se lo entrega. Pero aquel que mata por deporte enfurece al Sachayo quien puede llegar a amedrentarlo.
Es el dueño del monte de Santiago del Estero, llamado también Sachayoj. Aparece, por lo general, como un hombre bajo con barba y sombrero aludo.
En su cinto lleva colgados quirquinchos y tiene la misión de proteger la selva, evitando que se cacen animales y que se corten árboles en forma indiscriminada. Por lo general imita golpes de hacha para que los hacheros, siguiendo el sonido, se pierdan en la espesura
Es un ser benebolente y es de ayudar a aquellos que cuidan de los animales, en recompensa a sus buenas obras les obsequia elementos de la naturaleza como cueros, miel, huevos, leche y ayuda a los animales en el parto como las yeguas y vacas del paisano con estas características.
También es de ayudar a los viajeros que no dañan el campo ni los animales, los conduce por buen camino y aquel que lo llama y lo respeta, el Sachayo oredena a las bestias salvajes incluso al puma a que no lo dañe.
Castiga al jinete que es cruel con su caballo y al dueño del perro que lo deja sin comida. Como castigo maldice su cocecha y las plagas se hacen con ella.
Quien mata un animal salvaje pidiéndole permiso y explicandolé que es por hambre u otra necesidad, el Sachayo ayuda al cazador y se lo entrega. Pero aquel que mata por deporte enfurece al Sachayo quien puede llegar a amedrentarlo.